La exitosa historia del yogur de estas últimas décadas continúa escribiendo nuevos capítulos. Los yogures sin lactosa, altos en proteína, bebibles y, ¡cómo no!, sus alternativas de origen vegatal son solo algunas de las últimas tendencias principales entre los consumidores. Sin embargo, el enfoque tradicional de frescura, sabor y textura cremosa continúa siendo parte esencial de la elaboración del yogur.
La tecnología analítica del procesamiento del yogur le ayudará a sacarle el máximo partido a un mercado de productos en constante evolución y, al mismo tiempo, le permitirá mantener los estándares del control de calidad. A fin de garantizar la seguridad alimentaria y la consistencia de la marca, durante la admisión de la leche deberá poder asegurar primero la calidad de la higiene y el frescor de los ingredientes. La flexibilidad de las últimas soluciones le permitirá realizar ensayos y análisis durante la producción, independientemente de la viscosidad variable del yogur. Esto le ofrece la posibilidad de realizar análisis perfectos para el rápido desarrollo de productos con el que hoy se ve obligado a responder a los siempre cambiantes sabores que demandan los consumidores.
Además de ganar en calidad, el impacto económico de las soluciones analíticas será también significativo en el extenso mundo del procesado de yogur. Los objetivos de calidad son altos, los márgenes estrechos y la rentabilidad es esencial en unos procesos que requieren un gran consumo energético y que implican tanto calentamiento como refrigeración.