Control de calidad contrastado mediante analizadores de uso rápido y fácil.
Cuando la materia prima varía y se nos presenta la posibilidad de maximizar nuevos e interesantes recursos, la necesidad de calibrar las soluciones de infrarrojo cercano puede limitar dicho potencial. Por ejemplo, la posibilidad de usar insectos como fuente de proteína en los piensos para animales es un concepto que goza de gran popularidad en el sector. Sin embargo, ¿es posible analizar esta fuente con la misma eficiencia con la que analizamos la soja?
Los análisis de pienso para animales se están adaptando a las nuevas fuentes de proteína.
Analizar piensos con instrumentos de infrarrojos con el fin de diseñar calibraciones que reflejen las variaciones naturales en las muestras, por ejemplo a lo largo de diferentes temporadas de cultivo y condiciones de cosecha, requiere la recopilación de datos de tanto los análisis de referencia como de los tipos de muestras implicadas. El descubrimiento de una nueva fuente de proteína implica, por tanto, tener que realizar un gran trabajo de calibración.
Por ejemplo, los ensayos generalizados en insectos como fuente de proteína utilizando los analizadores existentes requerirá un nuevo inicio por lo que respecta al desarrollo de la calibración, lo que, por ejemplo, implicará invertir en la recopilación de diferentes tipos de insectos y en intensivos análisis de referencia con el fin de disponer del conjunto de datos necesarios.
Además, los nuevos tipos de muestras pueden suponer un reto a la hora de su medición, por ejemplo, a partir de concentraciones más pequeñas de parámetros medidos y de la descomposición y el secado natural de los insectos cosechados antes de introducirlos en el proceso de secado en sí.
El alimento para peces nos muestra el camino
Todavía queda mucho trabajo por hacer hasta que la proteína de insectos pueda formar parte de la producción generalizada de piensos. Mientras tanto, todo parece indicar que el precio, la disponibilidad y, no menos importante, la familiaridad seguirán manteniendo la soja como fuente de proteína principal durante algunos años. La excepción a esta regla podría ser el alimento para peces, lo que se debería a varios motivos.
La legislación aplicable. En julio de 2017, en Europa se autorizó el uso de proteínas de insecto en el alimento para peces. A raíz de ello, según la IPIFF, se han producido en la UE más de 5000 toneladas de insectos para la producción de pescado.
Desde el punto de vista nutricional, los aspectos antinutricionales de la soja han complicado su uso como fuente de proteína omnipresente en el sector, lo cual ha requerido el desarrollo de lo que se conoce con el nombre de aíslado de proteína.
Los insectos pueden acabar siendo la proteína animal más barata disponible. Es más, a medida que la creciente población mundial va creando lo que parece ser una infinita demanda de pescado, la proteína de insecto podría aliviar esa presión sobre los finitos y ya exhaustos recursos marinos que actualmente se usan para la producción de pescado.
NIR conectados para la gestión de la calibración
El desarrollo tecnológico puede sentar las bases de una calibración más fácil y rápida de los equipos de análisis de pienso.
Las características de conectividad de las soluciones NIR de FOSS, así como de su respectivo software de conexión en red, facilitan y rentabilizan la gestión de las operaciones analíticas. Por ejemplo, puede instalarse una actualización de calibración en un instrumento master y, a continuación, compartirla con todos los demás instrumentos de diferentes ubicaciones con tan solo un clic en el botón del ratón. Este enfoque también permite que un especialista pueda monitorizar y gestionar instrumentos remotos, al mismo tiempo que los operarios no necesitarán ni formación ni conocimientos específicos para ejecutar sus muestras.