El análisis de la leche cruda hoy en día sería algo impensable de no contar con instrumentos como el BactoScan™, ampliamente utilizado, que proporciona datos clave sobre las bacterias en la leche cruda. "Durante las últimas décadas, se han producido numerosos cambios desde el ámbito normativo y también para el pago. Hoy en día, la mayoría de los resultados analíticos se basan en el BactoScan," afirma John Rhoads, Director de laboratorio de Eastern Laboratory Services, en Ohio.
El BactoScan, que se introdujo en la década de los 80, se basa en la tecnología de la citometría de flujo que cuenta las bacterias individuales de una muestra de leche cruda en menos de diez minutos. Otro instrumento, que también se introdujo en la década de los 80 llamado Fossomatic™, emplea la misma técnica de la citometría de flujo para contar las células somáticas a una velocidad de hasta 600 análisis por hora. Mientras que los Laboratorios de leche cruda han podido utilizar dichos instrumentos para incrementar la velocidad de los análisis de laboratorio, a las industrias lácteas no les ha quedado otra opción que seguir utilizando métodos manuales y subjetivos, como pueden ser los análisis de Petrifilm o con placas de Petri que normalmente tardan dos o tres días hasta obtener un resultado en función de un recuento subjetivo de las unidades formadoras de colonias bacterianas a ojo.
Del BactoScan al BacSomatic
Al ver el potencial de mejora que había en toda la cadena de suministro, a Rhoads le interesó hacer varias pruebas de campo con una nueva solución de citometría de flujo que tiene poco impacto, especialmente diseñada para los análisis de un menor volumen, pero con la misma alta precisión de los instrumentos de laboratorio de mayor tamaño. El BacSomatic de FOSS emplea la misma tecnología de citometría de flujo que los instrumentos BactoScan de gran volumen, pero con un diseño inteligente que encaja la citometría de flujo en una unidad compacta, perfecta para las dimensiones de un pequeño laboratorio de control que trata unas 25-100 muestras al día. "La disponibilidad de un análisis de alta precisión automatizado en la industria láctea puede ayudar a acelerar el control de calidad en toda la cadena de suministro, por ejemplo, estableciendo resultados comparativos entre la granja y la industria láctea a partir de la misma metodología analítica," nos cuenta Rhoads.
El BacSomatic
Una visión compartida de la calidad de la leche
En función de las condiciones de almacenamiento, transporte y manipulación, son muchas las cosas que le pueden pasar a la leche desde la vaca hasta la industria láctea. Al tener un método común para comprobar la calidad, las comparaciones entre los análisis realizados en los laboratorios de análisis de leche y los análisis en las plantas serían mucho mejores, lo cual redundaría en unas ganancias importantes como, por ejemplo, una mejor vida útil del producto que depende principalmente de la carga bacteriana de la leche cruda. "Todos utilizaríamos el mismo método," afirma Rhoads. "De esta manera, la comparación del productor y la comparación de la carga serían mucho más equivalentes. Desde el punto de vista de la cadena de suministro, con la organización actual, existe una diferencia entre los análisis en el laboratorio y los manuales. No hay nada que ayude a comparar con una referencia."
Primeras impresiones
Con el fin de comprobar si el BacSomatic podía cumplir esa función, en ELS hicieron una evaluación en una unidad de prueba de campo durante unos meses. "Nos quedamos impresionados por la precisión y la facilidad para usarlo," comenta Rhoads. "El sistema de la bolsa de reactivo prefabricado evita la mezcla de reactivos. Además, tiene un bajo impacto, lo que es genial para los laboratorios de planta, ya que son bastante pequeños. Obtienes resultados en unos 10 minutos, incluido el recuento de células somáticas. Creo que puede ser una auténtica ventaja para las industrias lácteas y, desde el punto de vista laboral, tiene sentido si analizamos los costes de explotación que hay en juego." Por encima de todo, el instrumento es muy consistente, en comparación con los métodos manuales. "Con el BacSomatic, se reduce la posibilidad de que se produzcan errores humanos," comenta. "Hace lo mismo una y otra vez, de manera sistemática. Existen controles y tienes la sensación de precisión y de método."
Unidades formadoras de colonias o recuento bacteriano individual
Uno de los factores importantes que permiten conseguir la precisión sistemática es el denominado recuento bacteriano individual (IBC) que realiza el instrumento, en lugar de un recuento de las unidades formadoras de colonias (UFC) a ojo. Los laboratorios que analizan la leche han trabajado con el IBC durante muchos años con instrumentos como el BactoScan, convirtiendo el IBC a UFC dentro del protocolo de la FDA para informar sobre los resultados. Con el fin de respaldar esto, se estableció y certificó una tabla de conversión hace más de 20 años para el análisis normativo en EE.UU. Se basa en un conjunto de datos sólido procedentes de tres laboratorios estadounidenses certificados y abarca los resultados de la concentración de gérmenes estándar en comparación con el BactoScan con unos 2000 puntos de datos en total. La tabla de conversión se envió después para su validación por los tres laboratorios. La tabla de conversión se sigue usando en todos los laboratorios de análisis de la leche en EE. UU.
Para unificar los dos enfoques, la pantalla de visualización del BacSomatic muestra los resultados en dos columnas, una en IBC y la otra en UFC (se calculan usando una tabla de conversión que se carga en el software del analizador). Pero si se sabe que el recuento del IBC del instrumento es más preciso, ¿por qué no se prescinde de la tabla de conversión y se pasa al IBC? "El IBC se sigue sin utilizar directamente por motivos históricos en el sector en su conjunto," nos explica Rhoads. "Es muy difícil hacer el cambio desde el punto de vista normativo y todas las agencias oficiales van a seguir configuradas para usar UFC. Dicho lo cual, nada nos impide dejar de ofrecer esas conversiones del IBC."
Tiempo de precisión
Mientras que las industrias lácteas que se pasen al nuevo análisis rápido de citometría de flujo siempre deberán tener en cuenta una comparación del tipo 'de dólar a euro', las ventajas prácticas que ofrece una solución totalmente automatizada hacen que merezca la pena considerarla. "Las industrias lácteas deberían fijarse en la precisión del método que estén usando en la actualidad," dice Rhoads. "Con el método de concentración de gérmenes estándar, existe cierto grado de variabilidad entre los técnicos que hagan el análisis. Se acepta pero, no obstante, es bastante amplia. Con el BacSomatic, realmente no veo ninguna pega si la unidad puede responder al volumen requerido de análisis y siempre y cuando comprueben el control del IBC para verificar que la unidad esté funcionando correctamente. En mi opinión, se trata de mejorar la precisión."
"El sistema de la bolsa de reactivo prefabricado evita la mezcla de reactivos. Además, tiene un bajo impacto, lo que es genial para los laboratorios de planta, ya que son bastante pequeños.
Trasfondo de UFC / IBC
En la UE y en EE. UU., la leche debe tener un recuento bacteriano total por debajo de un nivel de 100 000 unidades formadoras de colonias/ml y a casi todos los granjeros se les paga en función del contenido de las UFC/ml de su leche. Sin embargo, casi ningún laboratorio que analice el recuento bacteriano total de la leche cruda utiliza el método manual para contar las bacterias en UFC/ml. En lugar de eso, los instrumentos modernos hacen un recuento bacteriano individual/ml. Para clasificar la leche, todos los países o regiones han establecido tablas de conversión locales para convertir el IBC/ml analizado a UFC/ml.