Al mismo tiempo que seguimos debatiendo sobre los niveles de azúcar en nuestra dieta, no debemos olvidar tampoco la importancia del azúcar como producto básico de alto valor. La producción mundial de más de 170 millones de toneladas anuales de azúcar, de las cuales el 60-70 % proviene de la caña de azúcar, juega un papel esencial en la alimentación del mundo.
Otro tema cada vez más relevante, tanto dentro como fuera del sector, es la huella de sostenibilidad de la producción de azúcar de caña. El uso eficaz del bagazo para la producción de electricidad de subproductos y la minimización de la escorrentía del agua en el proceso es cada vez más importante. Sobre todo, el afán de obtener la mayor cantidad de sacarosa posible de todo el proceso es una prioridad para los productores.
Los datos analíticos fiables han demostrado ser importantes a la hora de abordar estos retos. Hoy en día, el reciente desarrollo de unos instrumentos analíticos rápidos y fáciles de usar presenta toda una gama de opciones para los productores de azúcar de caña. Entre las diferentes posibilidades, el análisis por infrarrojo cercano (NIR) es una potente herramienta que permite controlar la calidad de la caña entrante, así como también minimizar la pérdida de sacarosa a lo largo del proceso de producción. Las variaciones en los parámetros clave como el pol, el brix, los azúcares reductores y la humedad, se pueden monitorizar constantemente con relación a los objetivos, lo que permite una producción más eficiente y sostenible. En resumen, las oportunidades para mejorar la eficiencia y los beneficios son numerosas en todo el proceso de producción de azúcar de caña.